La
historia de la sirenita que deseaba caminar por la tierra para estar con
su príncipe enamorado cobra vida en uno de los paseos peatonales de
Copenhague. Frente al mar existe una estatua que recuerda esta fábula
creada por Hans Christan Andersen. Esta atracción turística es el
punto de encuentro para visitantes y lugareños.
Copenhague
es la capital de Dinamarca. Tiene cerca de un millón de habitantes y es
el hogar de varios iquiqueños que decidieron radicarse en este rincón
de Europa.
Dinamarca
se caracteriza por los altos impuestos y la alta calidad de vida que
tienen sus ciudadanos. Las escuelas primarias y las visitas al médico
son gratuitas.
Su
ubicación geográfica en Europa hace que el país tenga grandes
influencias del resto de Europa y el mundo. Es una nación cosmopolita
que recibe a turistas e emigrantes.
El
clima es factor gravitante en este país. Las cuatro estaciones están
extremadamente marcadas. Lo que significa una gran diferencia con las
condiciones que presenta Iquique.
Este
contraste lo vivió en carne propia Luisa Caroca de De Groot. Ella es
hija de Julia Gandarillas, directora regional de Prodemu, y su padre
Luis Caroca, funcionario del Plan Integral de Alto Hospicio. Durante
trece años ellos vivieron en esta ciudad.
Luisa
Caroca llegó en 1976 a Dinamarca a cuando recién cumplió un año.
"Dinamarca
fue el capitulo en nuestras vidas donde aprendimos todo lo que somos hoy
en día, Dinamarca es un país muy moderno y liberal donde todo
ciudadano trabaja para que todos tengan prosperidad."
A
juicio de ella, la principal característica de los daneses es su
particular forma de ser. "El típico danés es completamente
trasparente. Ellos no te vienen con cuentos. Si preguntan ¿Cómo estás?
Es que realmente están interesado en ti".
En
diciembre de 1994 Luisa Caroca regresó a Iquique con su familia.
"El cambio de Copenhague a Iquique fue muy fuerte. De repente las
compras no se hacían en el "Netto", sino que en el Ekono. Las
cervezas Tuborg las cambié por Cristal".
También
le preocupó el nivel de pobreza, los perros vagos y las pulgas. Mención
especial para ella fue el acto de fe de miles de peregrinos en La
Tirana. "Esa son temas que marcaron mi encuentro con Iquique".
Luego
de unos meses, Luisa Caroca, encontró trabajo como profesora en la
Academia del Norte. "Con el tiempo logré encontrar trabajo como
profesora en la Academia del Norte. Esto me hizo bien. Podía estar
cerca de los niños, jóvenes y adultos, quienes me ayudaron a entender
la identidad de los iquiqueños".
Tiempo
después llegó el amor a su vida. Irónicamente el era un joven
neocelandés que había llegado a Iquique al mismo tiempo que ella. La
ironía estaba en que Nueva Zelanda está en el mismo paralelo que
Dinamarca. La diferencia estaba en que uno estaba en el hemisferio norte
y el otro en el sur.
Su
futuro marido llegó a Iquique para crear un negocio que abarcaría
Arica y Tacna. Por varios años extendieron su vida entre Chile y Perú.
Se casaron en la Catedral de Iquique en 1999. No obstante, el año
pasado decidieron liquidar su empresa y viajar a Nueva Zelanda.
Actualmente el matrimonio se encuentra radicado allá. Tuvo la suerte de
encontrar un trabajo que le permite practicar el inglés y el español
como funcionaria de la Embajada de Argentina en Wellington, capital de
Nueva Zelanda.
Ella
espera crear raíces en este país. Su hijo, Sebastián Luis, tiene 3 años
DESDE
LA PAMPA
La
historia de Carlos Salas Lind comenzó en la ex oficina Alianza. En ese
lugar se crió junto a sus otros seis hermanos. Sus padre Juan y su
madre Cristina vivieron por varias décadas en distintos campamentos en
medio de la pampa.
De
Iquique tiene buenos recuerdos su adolescencia y juventud las pasó en
Playa Cavancha. Estudió en el antiguo Liceo Industrial, hoy Politécnico.
Desde muy joven tuvo la intención de conocer el mundo, salir al
extranjero y ver el estilo de vida en otros lugares. Es por eso que al
momento de cursar estudios superiores decidió por una carrera que le
ayudará a cumplir este objetivo. En la Universidad Arturo Prat estudió
pedagogía en Inglés y alcanzó a conocer lo complicada que es la vida
para un profesor. "Fui testigo de lo duro que era el horario para
mis colegas".
Fue
entonces que decidió estudiar derecho en 1994. El pensaba que tenía la
vida encausada. Pero el destino le tendría una sorpresa para fiestas
patrias de ese año. En ese tiempo conoció a Melina, actualmente su
esposa, en un recorrido que realizaban por San Pedro de Atacama. Fue
amor a primera vista. A pesar que ella ya estaba finalizando su viaje
por Sudamérica, el cariño fue más fuerte y decidió permanecer por más
tiempo en Iquique. Vivieron juntos y luego de un año viajaron a
Dinamarca.
Carlos
lleva casi siete años en Europa. De su matrimonio nació su hijo,
Oskar, de tres años de edad.
Actualmente
Carlos se encuentra terminando un magíster en Ciencias Políticas.
Afirma que está feliz. Pero reconoce que no ha sido fácil la vida en
Dinamarca. A su juicio lo más complicado fue aprender el idioma danés,
un requisito fundamental para ingresar a la universidad.
Otro
aspecto que destaca es la manera de trabajar y estudiar de los daneses.
"Mucha lectura e investigación en equipo".
Al
principio también le complicó el clima, especialmente en invierno
cuando la nieve cubría las calles y las temperaturas bajo cero
congelaban la tierra y el piso. "En más de una vez pasé un
chascarro por no saber caminar sobre las calles con hielo. Esa fue una
de las primeras cosas que me llamó la atención de los daneses, porque
no vi a nadie reírse si alguien se caía, al contrario, se acercaban y
preguntaban si estaba bien".
Dinamarca
es un buen país donde vivir. La educación es gratis, incluso los
estudiantes reciben dinero del estado para que puedan mantenerse
mientras están en la universidad.
"Mi
hijo tendrá, sin duda, grandes posibilidades y eso me tranquiliza
mucho".
A
Iquique siempre está viajando, ya sea por razones de estudios o para
visitar a familiares. A pesar que considera Dinamarca como su segunda
patria, tiene la intención de ahorrar y luego dejar Conpenhague y
regresar a Iquique
El
consejo que el tiene para los interesados en conocer otras culturas es
que aprender inglés. "La mejor manera de salir de Chile es
hablando una segunda lengua. De esa manera uno aumenta las posibilidades
de comunicación."
|