Dinamarca

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Percy Avendaño G.
Domingo 06 de octubre de 2002

Historias desde Dinamarca

 
 
 
 
 
Percy Avendaño G.
pcavendano@terra.com

 

La historia de la sirenita que deseaba caminar por la tierra para estar con su príncipe enamorado cobra vida en uno de los paseos peatonales de Copenhague. Frente al mar existe una estatua que recuerda esta fábula creada por Hans Christan Andersen. Esta atracción turística es el punto de encuentro para visitantes y lugareños.

Copenhague es la capital de Dinamarca. Tiene cerca de un millón de habitantes y es el hogar de varios iquiqueños que decidieron radicarse en este rincón de Europa.

Dinamarca se caracteriza por los altos impuestos y la alta calidad de vida que tienen sus ciudadanos. Las escuelas primarias y las visitas al médico son gratuitas.

Su ubicación geográfica en Europa hace que el país tenga grandes influencias del resto de Europa y el mundo. Es una nación cosmopolita que recibe a turistas e emigrantes.

El clima es factor gravitante en este país. Las cuatro estaciones están extremadamente marcadas. Lo que significa una gran diferencia con las condiciones que presenta Iquique.

Este contraste lo vivió en carne propia Luisa Caroca de De Groot. Ella es hija de Julia Gandarillas, directora regional de Prodemu, y su padre Luis Caroca, funcionario del Plan Integral de Alto Hospicio. Durante trece años ellos vivieron en esta ciudad.

Luisa Caroca llegó en 1976 a Dinamarca a cuando recién cumplió un año.

"Dinamarca fue el capitulo en nuestras vidas donde aprendimos todo lo que somos hoy en día, Dinamarca es un país muy moderno y liberal donde todo ciudadano trabaja para que todos tengan prosperidad."

A juicio de ella, la principal característica de los daneses es su particular forma de ser. "El típico danés es completamente trasparente. Ellos no te vienen con cuentos. Si preguntan ¿Cómo estás? Es que realmente están interesado en ti".

En diciembre de 1994 Luisa Caroca regresó a Iquique con su familia. "El cambio de Copenhague a Iquique fue muy fuerte. De repente las compras no se hacían en el "Netto", sino que en el Ekono. Las cervezas Tuborg las cambié por Cristal".

También le preocupó el nivel de pobreza, los perros vagos y las pulgas. Mención especial para ella fue el acto de fe de miles de peregrinos en La Tirana. "Esa son temas que marcaron mi encuentro con Iquique".

Luego de unos meses, Luisa Caroca, encontró trabajo como profesora en la Academia del Norte. "Con el tiempo logré encontrar trabajo como profesora en la Academia del Norte. Esto me hizo bien. Podía estar cerca de los niños, jóvenes y adultos, quienes me ayudaron a entender la identidad de los iquiqueños".

Tiempo después llegó el amor a su vida. Irónicamente el era un joven neocelandés que había llegado a Iquique al mismo tiempo que ella. La ironía estaba en que Nueva Zelanda está en el mismo paralelo que Dinamarca. La diferencia estaba en que uno estaba en el hemisferio norte y el otro en el sur.

Su futuro marido llegó a Iquique para crear un negocio que abarcaría Arica y Tacna. Por varios años extendieron su vida entre Chile y Perú. Se casaron en la Catedral de Iquique en 1999. No obstante, el año pasado decidieron liquidar su empresa y viajar a Nueva Zelanda. Actualmente el matrimonio se encuentra radicado allá. Tuvo la suerte de encontrar un trabajo que le permite practicar el inglés y el español como funcionaria de la Embajada de Argentina en Wellington, capital de Nueva Zelanda.

Ella espera crear raíces en este país. Su hijo, Sebastián Luis, tiene 3 años

DESDE LA PAMPA

La historia de Carlos Salas Lind comenzó en la ex oficina Alianza. En ese lugar se crió junto a sus otros seis hermanos. Sus padre Juan y su madre Cristina vivieron por varias décadas en distintos campamentos en medio de la pampa.

De Iquique tiene buenos recuerdos su adolescencia y juventud las pasó en Playa Cavancha. Estudió en el antiguo Liceo Industrial, hoy Politécnico. Desde muy joven tuvo la intención de conocer el mundo, salir al extranjero y ver el estilo de vida en otros lugares. Es por eso que al momento de cursar estudios superiores decidió por una carrera que le ayudará a cumplir este objetivo. En la Universidad Arturo Prat estudió pedagogía en Inglés y alcanzó a conocer lo complicada que es la vida para un profesor. "Fui testigo de lo duro que era el horario para mis colegas".

Fue entonces que decidió estudiar derecho en 1994. El pensaba que tenía la vida encausada. Pero el destino le tendría una sorpresa para fiestas patrias de ese año. En ese tiempo conoció a Melina, actualmente su esposa, en un recorrido que realizaban por San Pedro de Atacama. Fue amor a primera vista. A pesar que ella ya estaba finalizando su viaje por Sudamérica, el cariño fue más fuerte y decidió permanecer por más tiempo en Iquique. Vivieron juntos y luego de un año viajaron a Dinamarca.

Carlos lleva casi siete años en Europa. De su matrimonio nació su hijo, Oskar, de tres años de edad.

Actualmente Carlos se encuentra terminando un magíster en Ciencias Políticas. Afirma que está feliz. Pero reconoce que no ha sido fácil la vida en Dinamarca. A su juicio lo más complicado fue aprender el idioma danés, un requisito fundamental para ingresar a la universidad.

Otro aspecto que destaca es la manera de trabajar y estudiar de los daneses. "Mucha lectura e investigación en equipo".

Al principio también le complicó el clima, especialmente en invierno cuando la nieve cubría las calles y las temperaturas bajo cero congelaban la tierra y el piso. "En más de una vez pasé un chascarro por no saber caminar sobre las calles con hielo. Esa fue una de las primeras cosas que me llamó la atención de los daneses, porque no vi a nadie reírse si alguien se caía, al contrario, se acercaban y preguntaban si estaba bien".

Dinamarca es un buen país donde vivir. La educación es gratis, incluso los estudiantes reciben dinero del estado para que puedan mantenerse mientras están en la universidad.

"Mi hijo tendrá, sin duda, grandes posibilidades y eso me tranquiliza mucho".

A Iquique siempre está viajando, ya sea por razones de estudios o para visitar a familiares. A pesar que considera Dinamarca como su segunda patria, tiene la intención de ahorrar y luego dejar Conpenhague y regresar a Iquique

El consejo que el tiene para los interesados en conocer otras culturas es que aprender inglés. "La mejor manera de salir de Chile es hablando una segunda lengua. De esa manera uno aumenta las posibilidades de comunicación."

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